Crónica del Sábado Santo.

El cielo concede una breve tregua a nuestra Semana Santa. La cofradía de las Batallas tuvo en el día de ayer una segunda oportunidad para procesionar, después de que en el Lunes Santo las inclemencias del tiempo hicieran suspender su estación de penitencia principal, en la que procesionaban sus titulares acompañados del Stmo. Cristo de la Buena Muerte.

 María Santísima del Buen Fin y Nazaret sí lució su tradicional manto por las calles cacereñas.

A la vista estuvo, que en la penúltima jornada de Semana Santa los cacereños estábamos deseosos de procesiones, una vez que   doce de las veintitrés programadas fueran suspendidas y cuatro acortaran su itinerario o retrocedieran porque las lluvias sorprendieran los desfiles. Tan solo seis procesiones han realizado íntegramente su recorrido esta Semana Santa.

El lamento de los cofrades, fue que en el día de ayer (único día en el que le cielo estuvo enteramente despejado) solo un desfile procesional fuera el programado.

La Virgen del Buen Fin comparte cofradía, pues la titular es la Stma. Virgen de los Dolores. Ambas vírgenes procesionan en andas sin palio (al estilo castellano).

La Stma. Virgen del Buen Fin y Nazaret es una representación de la soledad de la Virgen María en el calvario que fue lugar de muerte de su hijo. Para representar el Calvario, tras la Virgen, una Cruz vacía con el sudario ornamenta el paso que a su vez simula el monte (del Calvario) con claveles rojos (como otros pasos de la ciudad).

La imágen de la Virgen fue realizada en 1990 a partir de una mascarilla primitiva de la Virgen de los Dolores del s.XVIII. Consiste en una imágen de vestir, que procesiona el Sábado Santo vestida de hebrea, no muy típico en la vestimenta de Vírgenes en Semana Santa.

Esta imágen se venera en el convento de las hermanas Jerónimas en Cáceres.